Examen
del tórax
Consideraremos el examen del tórax en dos secciones; examen
electivo y examen del tórax operado. El tórax se examina con el paciente
sentado, puede examinarse cuidadosamente la pared torácica anterior mientras el
paciente esta en decúbito supino, luego se le gira hacia un lado, mas tarde
hacia el otro, para permitir el examen de la pared torácica posterior. Lo mejor
es mantenerlo sentado el tiempo suficiente para poder percutir y auscultar por
detrás la base de los pulmones.
Examen de elección
Inspección
Observar la silueta general, el denominado tórax en tonel, en el
cual la caja torácica tiene casi igual anchura que altura, depende de aumento
considerable del diámetro anteroposterior, suele acompañarse de un grado
variable de enfisema crónico. Los movimientos de expansión del tórax suelen
estar limitados y disminuye la reserva pulmonar, fácilmente sufren
complicaciones pulmonares posoperatorias. El individuo de pecho plano es
sospechoso de enfermedad pulmonar, tienen muy buenos movimientos de expansión
torácica, poseen reserva pulmonar adecuada y resisten bien la anestesia
general.
Observación de los
movimientos respiratorios
Al inspirar las clavículas se elevan, la caja torácica se
ensancha lateralmente y hay un movimiento de expansión de la pared abdominal a
consecuencia del descenso del diafragma, la frecuencia respiratoria varia entre
16 y 20 respiraciones por minuto. La respiración rápida y superficial se
observa en la infecciones, la intensidad del cambio observado en la respiración
tiene importancia, ya que el paciente no suele percibir cortedad de aliento.
Las respiraciones profundas, suaves y manifiestas se observan en estados de
ansiedad, en casos raros un paciente neurótico o histérico seguirá en
hiperventilación hasta que se produzca tetania por perdida excesiva de bióxido
de carbono en la sangre. Las respiraciones profundas y suspirosas (de kussmaul)
se observan en la acidosis, sobre todo diabética. Las respiraciones lenta y
estertosa es característica del coma de las lesiones cerebrales, la fase
respiratoria suele iniciarse lentamente, para aumentar de manera gradual y
luego volver a la fase apneica (respiración de sheyne-stokes). Las
respiraciones regulares y extraordinariamente lentas han de sospechar
intoxicación por morfina, la presencia de pupilas puntiformes confirmara el diagnostico.
La disnea (respiración corta), con cianosis o sin ella, se observa en diversas
enfermedades cardiacas o pulmonares. La inspiración entrecortada, con
respiración forzada, se observa en las heridas torácicas abiertas aspirantes.
Las reparaciones forzadas acompañadas de contracción de los músculos
respiratorios accesorios se observan en caso de obstrucción de las
respiratorias altas, es signo de procesos sépticos y tóxicos.
Auscultación y percusión
Se examina el corazón y los pulmones, la auscultación y
percusión preoperatorias cuidadosas de corazón y pulmones efectuadas por el
cirujano brindan una importante base de comparación para el periodo
posoperatorio.
Lesiones de la pared torácica
Deformidades, muchas dependen de lesiones de la columna
vertebral, como cifosis o escoliosis; tórax en embudo o pectus excavatum, es
anomalía congénita en la cual esta deprimido el cuerpo de esternón, en casos
graves puede llegar a tocar la columna
vertebral o penetrar en el canal paravertebral, el corazón quizá este girado o
desplazado, con dificultad considerable para las funciones cardiacas y
respiratoria.
Tórax en tonel
Pecho plano
pecho en quilla de vapor
Infecciones, la tuberculosis de los cartílagos costales puede
producir hinchazón inflamatoria ligera de la pare torácica anterior, a menos
que la lesión se resuelva en una fistula, las infecciones piógenas de la pared
torácica suelen adoptar la forma de furúnculos o absceso, los ántrax típicos
son menos frecuentes que pueden desarrollarse en la parte baja de la espalda,
sobre todo en pacientes con mucho pelo.
Tumores
Son particularmente frecuentes en la piel de la pared torácica
las lupias, quistes, verrugas seniles y hemangiomas. Los angiomas de la
insuficiencia hepática se observan en la pared torácica, constituyendo pequeñas
vascularizaciones que irradian desde una mancha roja central, se distinguen de
los nevi o angiomas congénitos por su
aspecto ramificado en araña. En ocasiones, los comedones o lupias adquieren
volumen y densidad suficientes para producir una sombra en la radiografía
torácica, tal sombra puede hacer sospechar erróneamente un tumor intratoracico.
Los lipomas de la pared torácica son muy frecuentes, una masa blanda,
comprensible, netamente limitada, lobulada, que no se halla unida ni a la piel
ni a los tejidos profundos, es característica de un lipoma. La compresión
bimanual de la masa puede producir arrugas en la piel a consecuencia de los
pequeños tabiques fibrosos que se extienden desde la piel hasta la capsula que
recubre al lipoma. El diagnostico de lipoma puede confirmarse por el hecho de
que la consistencia blanda del tumor se vuelva dura al aplicar frío.
Neurofibromas. Son nódulos móviles, duros, bien circunscritos y no
compresibles, a veces se acompañan de zonas de pigmentación parda de la piel,
las llamadas manchas de café con leche de la enfermedad de recklinghausen.
Los sarcomas son los tumores malignos mas comunes de la pared torácica,
pueden tener aspecto variable, en las primeras etapas son duros, bien
circunscritos y móviles, en casos avanzados se vuelven irregularmente nodulares
con áreas de reblandecimiento, hemorragias e infiltración palpable del tejido
vecino mas allá de la masa tumoral principal.
Condromas, nacen de los cartílagos costales o costillas pueden
parecer benignos, pero muchas veces son malignos.
Unión costocondral dolorosa, la palpación cuidadosa suele bastar
para excluir la presencia de una neoplasia, pero en caso de duda debe tomarse
una radiografía.
Granuloma eosinófilo, lesión benigna aparece como tumor
solitario de las costillas. Este es doloroso, sensible.
Síndrome del surco pulmonar superior, es cualquier neoplasia que
invada la entrada del tórax puede afectar a las costillas, cadena simpática y
plexo braquial, el cuadro clínico incluye; repleción de la fosa
supraclavicular, dolor en la distribución del cubital con atrofia de los
músculos intrínsecos de la mano inervados por el, y síndrome de horner en el
lado afectado. La causa mas frecuente es el carcinoma broncogeno del vértice
pulmonar.
Tórax operado
Las complicaciones pulmonares son la causa mas frecuente de
fiebre en periodo posoperatorio. La neumonía por aspiración, el colapso masivo
y la embolia pulmonar son complicaciones posiblemente mortales.
Factor de tiempo
La disnea con cianosis pocas horas después de despertar de la
anestesia hará sospechar aspiración de vomito, las complicaciones atelectasicas
producidas por tapones mucosos de los bronquios suelen aparecer entre el
primero y el tercer día posoperatorio, la embolia pulmonar se produce en
cualquier momento.
Atelectasia pulmonar posoperatoria
Se produce en los primeros días posoperatorios los signos mas
importantes son elevación del diafragma, limitación de sus movimientos,
disminución de los ruidos respiratorios y, a veces, unos pocos estertores en el
lado afectado.
A la inspección la temperatura, pulso y respiraciones están
aumentados, el paciente esta congestionado, molesto, pero no parece gravemente
enfermo, percibe la presencia de moco en su garganta; a la percusión y
auscultación se puede descubrir disminución del ruido respiratorio, limitación
de los movimientos del diafragma y a veces pero no siempre pequeños
estertores en la base pulmonar del lado
afectado.
Colapso pulmonar masivo
Un bronquio principal esta ocluido y todo el aire de un pulmón
ha sido completamente resorbido, el pulmón esta mas o menos comprimido y el
mediastino se halla desviado hacia el lado afectado. A la inspección presenta
cianosis, disnea, gran dificultad respiratoria y dolor moderado o intenso; en
la palpación la traque esta desviada hacia el lado enfermo, han desaparecido
las vibraciones vocales y en el lado afectado el tórax se dilata poco o nada;
la percusión da macicez, las maciceces cardiacas y mediastinica están desviadas
hacia el lado afectado; la auscultación no se percibe ruido respiratorio ni se
transmite la voz, a veces se oyen estertores bronquiales fuertes, el
diagnostico se confirma cuando se obliga al paciente a toser con fuerza o se le
somete a aspiración traqueal.
Neumonía por aspiración
Es una complicación gravísima, no debe producirse si antes de
operar se vacía el estomago y se vigila adecuadamente al paciente mientras se
recupera de la anestesia, a pesar de todas las precauciones, la aspiración
puede ocurrir y no es imposible que tal complicación pase inadvertida, debe
sospecharse cuando haya disnea, cianosis y fiebre pocas horas después de
despertar el paciente de la anestesia.
Embolia pulmonar
Émbolos voluminosos pueden producir cambios mínimos en el examen
de los pulmones, se admiten dos tipos de embolia pulmonar; la dependiente de infarto
periférico del pulmón, con participación pleural y la ocasionada por oclusión
de ramas importantes de la arteria pulmonar.
En el Infarto pulmonar la
inspección los signos son los de una pleuresía seca aguda muy localizada, el
paciente tiene dolor neto que s agrava
cuando intenta respirar profundamente, la frecuencia respiratoria esta poco
aumentada y no hay cianosis, ocasionalmente elimina algunos esputos tenidos de
sangre; la palpación en la fase precoz puede percibirse a veces un roce a nivel
de la zona pleural afectada; la auscultación en el lado afectado , las
respiraciones están disminuidas y puede percibirse un roce pasajero, en
ocasiones el único síntoma son unos cuantos estertores, en los pacientes hay
que explorar las extremidades en busca d tromboflebitis mínima, incluso cuando
son ambulatorios, siempre que sufran una pleuresía seca. Embolia pulmonar
cuando el embolo es voluminoso y se aloja en ramas importantes de la arteria
pulmonar, los signos físicos son de colapso circulatorio agudo, el paciente
esta pálido, con respiración rápida de sed de aire y la presión arterial es
baja; la inspección el paciente casi siempre presenta ansiedad y angustia, hay
cianosis pálida con distención de las venas del cuello, el pulso suele ser
rápido, con presión diferencial pequeña e hipotensión neta; la auscultación la
frecuencia cardiaca puede estar aumentada o relativamente disminuida, los
pulmones suelen estar claros por auscultación en las formas de embolia mayor y
en los casos mas graves la muerte se produce sin que se hayan desarrollado
signos pulmonares importantes, la presencia de dolor y esputo sanguinolento
suele indicar que el infarto es mas periférico, de volumen y gravedad menores.
Absceso pulmonar
Su causa principal es la aspiración de material extraño, émbolos
infectados, necrosis en una zona de atelectasia o neumonías duraderas, suele
comenzar varios días o semanas después de la intervención, con fiebre, tos y
dolor torácico, los signos físicos suelen ser ligeros que no cabe fiar en
ellos, en casos avanzados y no tratados, el absceso se rompe en un bronquio y
produce esputo de olor muy fétido.
Absceso subdiafragmatico
Los principales focos de infección son la apendicitis, la ulcera
perforada, la colecistitis y la pancreatitis, pero cualquier infección
peritoneal puede ser causa de absceso subdiafragmatico. La fiebre no es
obligatoria, a veces el único síntoma es la anorexia, dependen sobre todo de su
localización, la rapidez con la cual se produce y la presencia o ausencia de
aire en la cavidad de absceso. La infección del espacio posterosuperior suele
provenir del apéndice, la del espacio anterosuperior derecho, de la vesícula o
duodeno, la del espacio posteroinferior izquierdo, del páncreas.
Inspección, a veces hay fiebre ligera, pero con antibióticos
quizá no aparezca por un tiempo, el
dolor no es neto, ni se produce cuando el paciente respira profundo, no hay
cianosis ni disnea. En casos no tratados, la perforación del absceso en una
zona indemne como a pleura, el pulmón o la cavidad peritoneal, puede producir
dolor intenso y colapso, la inspección cuidadosa del tórax puede demostrar
expansión disminuida del lado afectado, muy notable en casos mas avanzados
puede descubrirse edema o macicez de los
flancos en las infecciones de espacio posterior, o también por debajo del borde
costal en las infecciones del espacio anterior.
Percusión, en el lado afectado el diafragma esta fijo o se mueve
poco y se halla en posición elevada cualquiera que sea el espacio interesado en
las infecciones del espacio superior suele haber derrame pleural por encima del
diafragma muy elevado, sin signos de desplazamiento cardiaco o mediastinico,
debe hacer sospechar absceso subdiafragmatico. Cuando el absceso tiene gas,
puede percibirse una zona de resonancia aumentada por encima de la macicez
hepática, con otra zona de macicez por encima de esta, a consecuencia del
derrame pleural y la comprensión del pulmón.
Palpación, observar el espacio anteroposterior derecho esta por
debajo del borde costal, por delante, entre las costillas, especialmente entre
los espacios intercostales sexto a decimo; espacio posterosuperior derecho, a
nivel de los espacio los intercostales decimo, undécimo y duodécimo por detrás
en el flanco; espacios derechos inferiores, por debajo del borde costal, en la
parte anterior, como en la palpación de hígado o vesícula; espacio superior
izquierdo, debajo de las costillas por delante en el epigastrio, en la zona
anterolateral a nivel de los espacios intercostales sexto a decimo; espacio
anteroinferior izquierdo, hipocondrio izquierdo por debajo de la jaula
torácica; espacio posteroinferior izquierdo, a nivel de la duodécima costilla
por detrás y en el flanco izquierdo. La comprobación cardioscópica de un
diafragma inmóvil es signo adicional de absceso subdiafragmatico, pero muchas
veces los rayos X no son concluyentes y es necesario recurrir a exámenes muy
cuidadosos repetidos diariamente para corroborar el diagnostico.
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